Google+

8 de diciembre de 2011

Lo que hay que mejorar del Pronabes. Primera parte

El Programa Nacional de Becas para la Educación Superior (Pronabes) surgió en 2001 y se ha desarrollado como una política pública en favor de la equidad social de acceso a la educación superior. Se proyecta alcanzar en el 2012, la cifra de cuatrocientas mil becas (suma de nuevas y renovadas), lo que representaría, aproximadamente, una quinta parte de la matrícula de educación superior pública, o bien la totalidad de estudiantes del nivel cuyas familias pertenecen al primer cuartil de ingresos económicos.

Pronabes tiene como antecedente directo el esquema de subsidio a estudiantes de escasos recursos implantando por Vicente Fox cuando fue gobernador de Guanajuato (1995-1999). Para mejorar los indicadores de cobertura de educación media superior y superior del estado, de los más bajos del país a mediados de los años noventa, la administración Fox inició dos nuevos programas.

El primero, denominado “Que Nadie se Quede sin Estudiar” se centró en el incremento de la oferta pública de opciones de bachillerato. El segundo fue el programa de becas llamado “BK-Mil”, cuyo propósito fue abrir oportunidades a mil jóvenes cada año, para estudios de bachillerato y enseñanza superior, focalizado en hijos de campesinos y ejidatarios.

Durante el gobierno de Fox, el “BK-Mil” creció gradualmente. De mil becas distribuidas en 1995 consiguió pasar a casi dos mil nuevas becas en 1999, lo que significó el otorgamiento, en el cuatrienio, de más de seis mil apoyos. El programa fue financiado sólo con recursos estatales y representó una erogación total de más de 25 millones de pesos.

Al concluir el ejercicio 1997, el gobierno de Guanajuato lanzó la iniciativa de transformar el programa de becas reseñado en un organismo de mayor alcance, encargado de centralizar y coordinar los diversos programas de becas y desarrollados en la entidad federativa.

Además del programa “BK-Mil”, las denominadas “becas convenio” ofrecidas por las instituciones de educación superior (IES) públicas, así como las becas y apoyos ofrecidos por el sector privado. La idea cristalizó en 1999, último año de la administración Fox, en el Instituto de Financiamiento e Información para la Educación (Educafin).

El organismo Educafin, que subsiste y se encarga, entre otras funciones, de la gestión y distribución de las becas Pronabes en Guanajuato, se propuso el objetivo de combinar los programas de becas con un programa de crédito universitario para apoyar a los estudiantes que optaran por seguir estudios universitarios en instituciones privadas.

El gobernador que sucedió a Fox en Guanajuato, Ramón Martín Huerta, reportó, en el informe de gestión 2000, el inicio de funciones del nuevo programa, señalando que éste incorporó los anteriores programas “BK-Mil” y “BK-Dosmil”, e inició el programa de coordinación de créditos universitarios en la entidad.
En noviembre de 1999 se formalizó la candidatura presidencial de Fox al frente de la denominada “Alianza por el Cambio”, bloque que integró la opción electoral del PAN, el Verde Ecologista y el extinto Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM).

En la campaña presidencial del candidato, las propuestas de renovación educativa señalaban como prioridades: alcanzar un presupuesto educativo equivalente a 8 por ciento del PIB nacional, impulsar una revolución educativa centrada en el aprovechamiento de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, y favorecer la equidad de oportunidades mediante recursos destinados a becas y créditos. Se proyectaba un ambicioso programa, de alcance nacional, semejante al implantado en Guanajuato. Entre el triunfo de Fox en la elección presidencial de julio de 2000 y su toma de posesión en diciembre del mismo año, colaboraron distintos equipos para generar propuestas al Plan Nacional de Desarrollo del sexenio.

Para el sector educativo se integró un “equipo de transición”, coordinado por el entonces rector del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), el doctor Rafael Rangel Sostmann, en el cual participaron tanto renombrados investigadores educativos, como distintos representantes académicos y sociales. El documento generado por el grupo se tituló “Bases para el Programa Sectorial de Educación 2001-2006”.

El texto de “Bases”, en lo correspondiente a la educación superior, incorporó las propuestas que previamente la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) había desarrollado y publicado en el documento La educación superior en el siglo XXI. Líneas estratégicas de desarrollo.

Este documento fue aprobado por la Asamblea General de la ANUIES en 1999 y contenía las propuestas de la Asociación para mejorar los niveles de calidad y cobertura del sistema. En el texto de la ANUIES se insiste en la necesidad de redoblar el financiamiento federal y estatal a las IES públicas, aunque no se explora la vía de subsidiar la demanda a través de becas o créditos.

No obstante, como el documento de “Bases” fue generado para apoyar la política educativa del presidente Fox, se incluyó en éste varias de las propuestas de la campaña, en particular la iniciativa de crear un nuevo mecanismo para subsidiar a los alumnos de educación media superior y superior de los grupos económicamente más vulnerables.

De este modo, tanto el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, como el Programa Nacional de Educación 2001-2006 incorporaron las propuestas de crear un Sistema Nacional de Becas y Financiamiento, dentro del cual se incluiría el “Programa Nacional de Becas para Estudios de Tipo Superior”.

Posteriormente, en 2002, el proyectado sistema de becas se integró al esquema “Oportunidades”, que remodeló el anterior “Progresa”, y el programa para becas de educación superior dio lugar al denominado “Programa Nacional de Becas y Financiamiento para Educación Superior”, nombre original del Pronabes.
El término “financiamiento” fue eliminado de la denominación oficial del Pronabes cuando el Congreso, en la emisión de las primeras reglas de operación del programa, las correspondientes al ciclo 2001-2002, determinó que el presupuesto aprobado al efecto no debería ser aprovechado para subsidiar a las IES privadas mediante el subprograma de crédito educativo originalmente propuesto.

Archivo

Free Blog Counter