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2 de octubre de 2008

Rankings universitarios, la conexión china. Segunda parte

En 2007 se lanzó la primera edición del ranking universitario “Performance Ranking of Scientific Papers of World Universities” (PRSPWU), del Consejo de Evaluación y Acreditación de Taiwán (CEAT), organismo de reciente creación (2006), dependiente del Ministerio de Educación, cuyo cuerpo de consejeros está integrado por los titulares de las quince universidades de la isla que se autoproclamó República de China, aunque es reclamada por la República Popular China como parte de su jurisdicción nacional.

Una de las primeras tareas del CEAT fue la elaboración de un ranking universitario internacional, que permitiese ponderar la posición de las universidades de Taiwán entre las principales universidades del mundo, según su fortaleza en el campo de la investigación científica, y participar en el debate internacional sobre los estándares que definen la calidad universitaria en el entorno de la globalización.
 
A tal efecto, el equipo del proyecto se dio a la tarea de estudiar y comparar otros sistemas de clasificación, como los del Academic Ranking of World Universities (ARWU, Universidad de Jiao Tong, Shanghai, 2003) y el World University Ranking (WUR, Times Higher Education Supplement, 2004).
 
Al tomar en cuenta las críticas sobre la orientación y metodología de éstos, se decidió dejar de lado indicadores subjetivos de calidad, omitir las variables de prestigio institucional basadas en la obtención de reconocimientos, y prescindir de ponderaciones relativas al tamaño de la planta académica y escolar. La definición de indicadores del nuevo ranking se centró, por lo tanto, en la producción académica con presencia en el circuito internacional de referencias bibliográficas y se apoyó en los estándares elaborados por el Instituto para la Información Científica (ISI) de la multinacional Thomson-Reuters basada en Nueva York.
 
La primera edición del ranking de Taiwán (2007) tuvo poca visibilidad en los medios, excepto quizá en el acotado dominio de los especialistas en bibliometría. Sin embargo, a partir de su segunda edición (2008) este ranking ha alcanzado mayor notoriedad principalmente porque enfrenta, y en cierto sentido resuelve, algunos aspectos que han sido cuestionados en los rankings de Inglaterra (WUR) y Shanghai (ARWU).
 
Sin duda es un acierto que el título del ranking de Taiwán haga una referencia explícita al objetivo de medir comparativamete el desempeño de las universidades en materia de producción y circulación de papers académicos, sin asumir por completo el principio ideológico de la correspondencia entre la fortaleza de investigación de las instituciones y la calidad del conjunto de funciones que desempeñan (docencia, investigación, difusión, vinculación). Al jerarquizar sólo la función de investigación y su proyección internacional el ranking de Taiwán se suma a esa corriente, pero al menos advierte el sesgo.
 
La metodología del ranking es similar a la del ARWU: se otorgan puntuaciones a cada institución por su desempeño en los aspectos relacionados con la producción bibliográfica de impacto internacional, se ponderan éstas en función del puntaje obtenido por la institución con el mejor desempeño y, al cabo, para determinar el puntaje que define las posiciones en la lista, se otorgan pesos a cada uno de los indicadores incorporados a la metodología. Un ejemplo puede clarificar este procedimiento.
 
La edición 2008 incluye ocho indicadores de desempeño: 1) el número de artículos de 1997 a 2007; 2) el número de artículos en 2007; 3) el número de citas de 1997 a 2007; 4) el número de citas de en 2006 y 2007; 5) el promedio anual de citas de 1997 a 2007; 6) el número de artículos “altamente citados” de 1997 a 2007; 7) el número de artículos en 2007 dentro de revistas “altamente citadas”, y 8) la puntuación obtenida en el H-Index, también conocido como índice de Herfindahl, el cual es un factor de impacto, determinado por el número de publicaciones de un autor en revistas altamente citadas, que a su vez son citadas por otros autores en revistas altamente citadas.
 
La Universidad de Havard obtuvo la mayor puntuación en todos los factores salvo el referido al promedio anual de citas. Por ello en todos los indicadores, menos el indicado, su puntuación es 100. El resto de las universidades obtuvo puntos en cada indicador por el porcentaje de sus valores numéricos respecto de Harvard. En la excepción indicada (promedio de citas) ganó la Universidad Rockefeller. En comparación con ella Harvard tiene una puntuación de 62.7 por ciento. Una vez que se tienen todos los puntajes relativos, el paso final es la poderación de una puntuación total, la cual resulta de multiplicar la puntuación obtenida en cada indicador por el peso arbitrariamente asignado al mismo.
 
En el ranking de Taiwán los pesos de los indicadores son: para el factor de productividad (artículos por año y por periodo) 20 puntos; para el factor de impacto (citas por año y por periodo) 30 puntos, y para el factor de “excelencia” (artículos y citas en revistas altamente citadas) 50 puntos.
 
Lo interesante del asunto es que el ranking de Taiwán no difiere sustancialmente de los resultados del ARWU-2008, salvo la posición específica de algunas universidades. En ambos, el predominio estadunidense es irrebatible en la tabla de las primeras cien universidades, aunque pasado ese umbral las diferencias en el número y la posición de las instituciones del resto de los países son más significativas. No es raro: ambos rankings construyen sus indicadores sobre la base de la información provista por ISI web of Knowledge (WOK), en particular el instrumento denominado Essential Science Indicators (ESI).

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